Para pelar tomates, hay que sumergirlos en agua hirviendo, pero el truco está en dejarlos poco tiempo porque de lo contrario sabrán a cocidos y no a crudos, como es de desear en una ensalada.
El proceso es el siguiente: una vez que está hirviendo el agua, echa los tomates, el agua y entonces dejará de hervir. Cuando vuelva a hacerlo, mantenlos medio minuto y sácalos. De esta manera quedarán perfectos y conservarán todo su sabor
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