
Se acerca la Navidad y parece que nos acordamos más de los ahumados y marinados.
Para marinar un salmón, necesitas el salmón que se encuentre bien limpio de espinas, abierto y con la piel.
Luego haces una mezcla a partes iguales de sal gorda y azúcar; preparas una fuente con una cama de parte de esta mezcla. Colocas encima el salmón con la piel hacia abajo y vuelves a cubrir por encima con la mezcla de sal y azúcar.
Debe de quedar todo cubierto. Lo tapas con papel film y lo dejas en la nevera 48 horas. Pasado este tiempo se lava y está listo para usar.
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